El conflicto de la situación de Bagua comienza con la disposición, por parte del Estado, de las tierras amazónicas con el principal objetivo de obtener un provecho económico con plantas extractoras de los recursos naturales, sin antes haber consultado sobre esta decisión a los habitantes de la zona. Inicialmente, los habitantes intentaron hacer oír su voz respecto a la disposición de las tierras y explotación de los recursos de esta, y llegar a un acuerdo con el estado a través del diálogo. Sin embargo, el Estado no prestaba atención a sus reclamos, es decir, no le daba validez a la voz de los demandantes. Es por esto que los nativos, al no ser escuchados, se organizaron para realizar manifestaciones con la finalidad de obtener la atención debida. Como consecuencia de esto, el Gobierno envió policías a la zona para poner orden, así mismo, comenzaron a utilizar la violencia para ello y fue así que comenzó el conflicto.